sábado, 24 de mayo de 2008

Nunca Es Tarde Para El Arrepentimiento

(Parece que Nelson Acosta es un buen entrenador...creo)
En todo caso: ¡¡Ever for ever!!

Sea cual fuere el resultado entre los equipos de Everton y Colo Colo, quienes deben dirimir en los próximos días el título del Torneo de Apertura de Fútbol (soccer le llaman los gringos despistados) en Chile, debo reconocer, con humildad e hidalguía, que me equivoqué medio a medio.
Debo haber sido uno de los pocos que levantó sus críticas a la llegada del entrenador Nelson Acosta a la dirección tecnica de Everton de Viña del Mar. Es cierto, no soy seguidor del ex adiestrador de las selecciones de Chile y Bolivia. Su escuela no está cerca de mis gustos y siempre dije sus logros no iban de la mano con su fama. Lo hecho por el elenco “oro y cielo” en el presente torneo ha echado por tierra todos mis argumentos los que pretendían poner en duda la capacidad del calvo técnico.
Su experiencia le ha permitido llegar, con un equipo relativamente modesto, a disputar una final de campeonato tras derribar difíciles barreras. Formó una buena escuadra, supo elegir los jugadores adecuados y transmitió a sus jugadores la dosis extra de motivación que terminó por convencerlos de que eran capaces de alcanzar trascendentes metas. ¡Bien por el pelao!
Recordemos que la última final de campeonato que disputó Everton fue en 1976 en dos partidos contra Unión Española, que tuve la suerte de presenciar. El primero terminó sin goles y el segundo favoreció al elenco viñamarino por 3 a 1 (goles de Ahumada, Salinas y Ceballos). Tambien, aunque lejanos, todavía resuenan los títulos de 1950 y 1952 con una escuadra increíble comandada por Rene Orlando Meléndez (Yo estaba aprendiendo a caminar y aun tomaba pecho...).
Tras lograr el título máximo en 1976 y con el compromiso de afrontar la Copa Libertadores de América 1977, Everton decidió reforzarse en forma conveniente. Conscientes de que no bastaba con tener jugadores de alto corte técnico, los dirigentes buscaron un mediocampista que fuera guapo, valiente, carismático y con dotes de líder. Así llegó el entonces uruguayo (ahora es chileno nacionalizado) Nelson Acosta al equipo de la Quinta Región. Su aporte fue indiscutido...hasta que le tocó enfrentar a Universidad de Chile, el otro cuadro chileno clasificado para el torneo surcontinental. A sabiendas de la importancia de Acosta en el engranaje viñamarino se buscó la manera de eliminarlo. Jorge Socias, jugador de los azules, fue el encargado del “trabajito”. A los dos minutos de iniciado el juego el “Lulo” fue directamente a los tobillos de Acosta dejándolo fuera de combate y privando a Everton de una pieza importante. Como se sabe que recién iniciado un partido los árbitros no expulsan a nadie, Socias pudo realizar su cometido sin castigo alguno. Ahora ambos son colegas. Cosas del fútbol, diría alguien.
Como jugador, Acosta tuvo varias camisetas después, hasta que se hizo entrenador.
Cuando quizás estaba pensando en su “jubilación” surgió la posibilidad de dirigir a Everton. Es posible que su retiro se produzca en el equipo en donde comenzó su carrera en Chile, completando el ciclo en el mismo punto en donde comenzó. Y más, con la posibilidad de que se despida como campeón (si es que el Colo no dice otra cosa. Espero que no, porque yo soy evertoniano... aunque mis hijas son albas).